'Misión: Imposible - Sentencia final' – 4 claves para entender la nueva obra protagonizada por Tom Cruise


Dicen que Tom Cruise se despide del personaje de Ethan Hunt en esta nueva entrega de la saga 'Misión: Imposible', pero en realidad debe entenderse como una despedida del riesgo físico al que ha estado sometido durante más de dos décadas, las que ha dedicado enteramente a nuestro disfrute... y quizá también al suyo propio, que ya se conoce como es Tom. 'Sentencia Final' se proyectó por primera vez fuera de competición en el Festival de Cannes, en uno de esos pases secretos de medianoche, y desde entonces no ha dejado de generar expectación por las convulsas reacciones que ha provocado en la crítica especializada. Todos dicen que cabría esperar un final mejor para el personaje, pero pobre de quien crea que esta película supone su final o el de esta mítica saga.

1. El regreso de un villano que convive con nosotros


La película anterior, 'Sentencia mortal', dejó sorprendidos a propios y extraños al plantear un enemigo que, a priori, no sería habitual en el cine de acción, y mucho menos acorde con una saga tan física como esta. El nuevo enemigo era una inteligencia artificial, la que conocimos como La Entidad.

La Entidad era (y es) un enemigo omnipresente, abstracto, y por ello la amenaza más extraña a la que cualquiera podría enfrentarse en caso de tenerla como enemigo, pero ya sabemos lo que pasa si hablamos de tener a Ethan Hunt como héroe. El enfrentamiento entre estos propone una guerra ubicua, una que pone fin al cine de acción que acaba por batallar contra un "final Boss".

Este villano llegó como un adviento, porque llegó cuando las inteligencias artificiales aún no estaban tan presentes en nuestras vidas como lo están hoy, y es por ello que se convirtió (y lo hace ahora más que nunca) en el antagonista perfecto para nuestros tiempos.

El mayor peligro no es que te maten, sino que manipulen tu verdad”, se dice en la película. Y esta es, precisamente, la idea que impregna ambas obras. Y si alguien se lo llega a preguntar: SI, esta nueva 'Misión: Imposible' resuelve aquella pregunta de cómo atrapar algo que lo ve todo y que está en todas partes que proponía la anterior entrega, y con bastante solvencia.

2. El crepúsculo de los dioses del cine de acción


Tom Cruise
apareció en plena forma, a sus 62 años, durante el citado pase secreto en Cannes. Y aunque mantiene la vitalidad de siempre, ya se percibe en él cierto halo de la madurez, uno que hace pensar en que hay dones que da el tiempo y que no lo parecen tanto, como la falta de arrojo por la necesidad de pensar las cosas que se hacen y dicen, o que se han hecho y dicho.

Y es precisamente eso lo que arrastra el personaje de Ethan Hunt, a quien en esta película vemos agotado y titubeante. La cinta se abre de forma inusual a la introspección, y muestra a un Hunt crepuscular que, sin dejar de correr, empieza a mirar atrás para darse cuenta de que corre porque no sabe hacer otra cosa. Y en ese proceso, comienza a resquebrajarse.

Durante el rodaje, Cruise se sumergió en un tanque de 8,5 millones de litros para una secuencia submarina que remite a 'La caza del Octubre Rojo'. Y esta secuencia se hace como si la película fuera consciente de que esta podría ser la última gran producción con escenas de acción reales del mundo, en la que su protagonista ejecuta las secuencias sin necesidad de dobles. Es un espectáculo físico, una seña de identidad del propio Cruise y un homenaje al cine de acción de los años 90.

Y es curioso, pero este blockbuster consigue hacer pensar en las películas de antes, y en cómo, sin que nos hayamos dado cuenta, ha cambiado la forma de hacer cine de acción.

3. Un adiós sin despedida


Es cierto. A diferencia de lo que muchos esperaban, 'Sentencia final' no es una despedida a lo grande, pero tampoco pretende ser una despedida como tal.

La película deja entender desde los primeros compases que esto debe ser un adiós. Por primera vez, hay flashbacks y recuerdos presentes de otras misiones, mientras que en la actual vemos un Ethan Hunt que parece enfrentarse al fin de sí mismo. “No me queda nadie más por quien pelear”, confiesa en una escena.

La película tiene tintes de canto de cisne, y es una película mucho más introspectiva y melancólica de lo normal, pero con poco bagaje cinéfilo que se tenga, uno detecta que se trata de una despedida a lo 'John Wick', un "por si acaso, me despido", pero de seguro que estará con nosotros hasta que el cuerpo le aguante.

Es justo decir que de lo que todo el mundo se queja, es precisamente su mayor acierto. La película suena a despedida, y resulta extraño que al mismo tiempo, en lugar de elevar al personaje a la categoría de leyenda como se hacen en las películas despedida, lo acerca al público en su versión más frágil hasta desvanecerse sin gloria ninguna. Cruise no se despide entre aplausos, no hace reverencia al salir. “Ya no se trata solo de salvar el mundo, sino de entender qué significa haberlo hecho durante toda una vida”, decía Cruise.

4. Más vale tarde que nunca


La película cierra el arco de Hunt (ahora que entendemos que lo tenia) y, de paso, la del héroe del cine de acción del siglo XX; la película es el último suspiro del héroe y de un tipo de película que no pinta que se vaya a volver a hacer. No hay que perder de vista que la saga redefinió el blockbuster del cine de acción contemporáneo, y es por ello que 'Sentencia Final' funciona como una carta de amor a lo que fue y a lo que nunca volverá a ser.

Tom Cruise dijo en Cannes textualmente que esta saga era su vida, y como en una vida, el paso del tiempo pesa. Y está cinta sigue siendo tan espectacular como las demás, pero es una película desgastada, y es desgastada más queriendo que sin querer. Cruise, aún atlético, ya no es invulnerable, como le pasa a la saga. El cine así, tampoco.

La película no quiere reinventarse, se despide sin artificios, en un perfil bajo. Y en ese desgaste del que se hablaba (físico, emocional, narrativo) y en esa despedida tan sosa, encuentra lo más honesto que ha ofrecido la saga: humanidad.

Y hay quien dirá que este no es el final que esperábamos, pero es el que merecíamos.



Ninguna de las misiones resultó ser imposible, pero si que era imposible darles cierre sintiendo alivio. Así es la vida. 

Al final, resultó que Ethan Hunt era humano.

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