'Mickey 17' – 4 claves para entender la nueva obra de Bong Joon-ho


Bong Joon-ho
está de vuelta. Tras el rotundo éxito de 'Parásitos', el director trae de la mano a su visionaria ciencia ficción contestataria y nos enseña su nueva creación 'Mickey 17', un filme que, como ya nos tiene acostumbrados, busca la crítica social a través de una premisa alocada. Esta vez, el portavoz del mensaje del director es un hombre clonado 16 veces que desempeña las tareas de peligro durante una colonización espacial. El surcoreano adapta la novela de Edward Ashton, un pastiche de comedieta ligera incómoda y ciencia ficción blanda que puede parecer poco aprovechada, pero que en manos de Joon-ho cobra una nueva dimensión, a medio camino de 'Snowpiercer' y 'Okja'.

1. Ciencia ficción como vehículo para la crítica social


Pese a que ningún lector del libro lo pudimos imaginar en un primer momento, que sea Joon-ho quien adapte la obra a la gran pantalla era una cosa casi de cajón si es que hubiéramos imaginado que la obra se podía adaptar a la gran pantalla. Para Bong Joon-ho, el interés de la ciencia ficción no radica en la plástica de lo futurista, sino en su capacidad de escudar a la hora de dar visibilidad a las trágicas injusticias sociales que comete el ser humano. Objetivamente, todo esto es algo a lo que nos tiene acostumbrados, y en 'Mickey 17', retoma este enfoque para pensar en la explotación laboral y en el valor de la identidad en un lugar donde los individuos somos una mera herramienta. A través del personaje de Mickey, interpretado por Robert Pattinson en un doble (hasta contar 18 veces) rol, el director versa sobre qué significa ser prescindible en una sociedad que convierte a las personas en engranajes de un sistema.

2. La película es una comedia afilada, pero de brocha gorda


El elenco elegido por Bong Joon-ho cobra un inusitado protagonismo en aquello de representar el patetismo humano. Pattinson, entre lo pusilánime y lo inquietante (se entenderá este comentario si se ve la película), encarna a la perfección a un protagonista incoherente condenado a morir y renacer sin contemplaciones como parte de su jornada laboral. Junto a él, Mark Ruffalo y Toni Collette interpretan a los líderes de la misión, personajes que, bajo su pragmática, son servidores arrogantes al sistema. Steven Yeun y Naomi Ackie completan este cuadro, que sazona matices a una narrativa donde nadie es enteramente víctima ni victimario. Toda la mezcla da lugar a una de esas comedias con puntos incómodos del director, pero una vez vista, se puede afirmar que se trata de su comedia más pura (y descafeinada) hasta la fecha

3. Encuentra las (1)7 diferencias


Si bien 'Mickey 17' parte de la novela de Ashton, Bong Joon-ho introduce cambios sustanciales que refuerzan un discurso que en el libro está bastante fraguado. La película multiplica las muertes de Mickey, que pasan de ser (diremos presuntamente) de 7 a 17, acentuando así la alienación a la que somete un trabajo repetitivo. También, amplia la presencia de los habitantes del planeta Niflheim (el planeta a colonizar en el filme), a quienes se describe de manera bastante grosera en busca de la crítica al estereotipo y al racismo Trumpista. Ahora en mayor número, son estos habitantes los que encarnan la dignidad de lo auténtico frente a la arrogancia del colonizador, inversión de roles que recuerda enteramente a la filmografía del director.

4. El problema de las expectativas


'Mickey 17' tiene el peso de ser el regreso de Bong Joon-ho tras su consagración en los Oscar, y le lastra mucho. Fundamentalmente, se trata de una continuación de su exploración en la desigualdad de clases y la lucha por la dignidad a la que algunos estamos sometidos en nuestro mundo, regido por numerosas jerarquías arbitrarias. Si bien es una película que puede congeniar fácilmente con el público general, NO es una película que se diga a la altura de 'Parásitos'. Esta nueva obra del director retrae más, para bien o para mal, al humor negro y a la crítica social y ecologista de películas de su filmografía anteriores a la oscarizada, dando portazo al tono de gravedad que realmente le hace interesante, aunque sigue siendo cine que se perfilaba como ejemplo de género elevado a contestatario político.


Por el momento, la gente que ha tenido la oportunidad de ver la película, la posiciona como una de las grandes de este año, pero no hay que perder de vista que la película tiene más forma de Blockbuster que de cine elevado. Objetivamente, puede que se trate de una obra menor en la filmografía de Bong Joon-ho, pero los buenos directores también tienen la necesidad de hacer alguna de estas travesuras de vez en cuando, y su momento era ahora.

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