En los últimos años, las series animadas para adultos han encontrado un espacio dentro de la cultura pop. Atrás quedó la idea de que la animación es exclusivamente para niños (si es que alguna vez fue así); ahora, series como Rick y Morty, Bojack Horseman y Big Mouth han demostrado que los dibujos animados pueden explorar temas sesudos con humor e irreverencia. Estos programas no solo entretienen, sino que ofrecen una crítica mordaz sobre la sociedad moderna, desde la ansiedad existencial hasta los problemas de identidad. En este panorama, Smiling Friends emerge como una propuesta fresca, que combina el humor absurdo con una profunda reflexión sobre la naturaleza del optimismo y la felicidad.
Smiling Friends se suma a esta tendencia con una estética simple que contrasta con la profundidad de su mensaje. Creada por Zach Hadel y Michael Cusack, la serie sigue a una peculiar agencia cuyo objetivo es hacer sonreír a las personas, pero lo que comienza como una premisa sencilla rápidamente se transforma en una crítica sutil al absurdo de la vida moderna. Cada episodio enfrenta situaciones cotidianas con un tono surrealista y oscuro, intentado hacer comprender males endémicos sociales como la soledad, el fracaso o la desesperación, todo envuelto en un humor casi nihilista y por momentos tremendamente estúpido para el mensaje tan potente que posee detrás.
Es en estas, en el episodio 1x07, cuando los protagonistas de esta peculiar agencia intentan hacer feliz a un aberrante personaje ofreciéndole la oportunidad de convertirse en vendedor de globos. Sin embargo, en ese momento aparece una agencia rival cuyo objetivo es exactamente el opuesto: desmotivar y sabotear los intentos de felicidad del personaje haciéndole ver que lo que aparentemente es un acto feliz, detrás tiene connotaciones negativas. En este punto, se genera una reflexión sobre una cuestión aparentemente absurda pero de gran importancia, una que hasta ahora la sociedad no había considerado de tan estúpida que puede resultar y que nos lleva a uno de los problemas más graves de este siglo.
En esta escena, se menciona que el helio, un recurso esencial en numerosos sectores de la industria (y que comúnmente se utiliza para inflar globos), se agotará en un plazo de aproximadamente 15 a 20 años. Aunque se presenta con un tono humorístico, los personajes antagónicos (como ellos mismos comentan) no están mintiendo; su afirmación es real. El helio, empleado no solo en globos, sino también en tecnología médica y científica, es un elemento no renovable cuya escasez tendría graves implicaciones que van más allá de la simple imposibilidad de inflar globos. Smiling Friends utiliza este detalle para introducir una crítica sutil hacia la indiferencia con la que la sociedad a menudo enfrenta los problemas, ya sea por desinterés o por ignorancia.
- Combustibles Fósiles
- Minerales y Metales
Smiling Friends se suma a esta tendencia con una estética simple que contrasta con la profundidad de su mensaje. Creada por Zach Hadel y Michael Cusack, la serie sigue a una peculiar agencia cuyo objetivo es hacer sonreír a las personas, pero lo que comienza como una premisa sencilla rápidamente se transforma en una crítica sutil al absurdo de la vida moderna. Cada episodio enfrenta situaciones cotidianas con un tono surrealista y oscuro, intentado hacer comprender males endémicos sociales como la soledad, el fracaso o la desesperación, todo envuelto en un humor casi nihilista y por momentos tremendamente estúpido para el mensaje tan potente que posee detrás.
Es en estas, en el episodio 1x07, cuando los protagonistas de esta peculiar agencia intentan hacer feliz a un aberrante personaje ofreciéndole la oportunidad de convertirse en vendedor de globos. Sin embargo, en ese momento aparece una agencia rival cuyo objetivo es exactamente el opuesto: desmotivar y sabotear los intentos de felicidad del personaje haciéndole ver que lo que aparentemente es un acto feliz, detrás tiene connotaciones negativas. En este punto, se genera una reflexión sobre una cuestión aparentemente absurda pero de gran importancia, una que hasta ahora la sociedad no había considerado de tan estúpida que puede resultar y que nos lleva a uno de los problemas más graves de este siglo.
En esta escena, se menciona que el helio, un recurso esencial en numerosos sectores de la industria (y que comúnmente se utiliza para inflar globos), se agotará en un plazo de aproximadamente 15 a 20 años. Aunque se presenta con un tono humorístico, los personajes antagónicos (como ellos mismos comentan) no están mintiendo; su afirmación es real. El helio, empleado no solo en globos, sino también en tecnología médica y científica, es un elemento no renovable cuya escasez tendría graves implicaciones que van más allá de la simple imposibilidad de inflar globos. Smiling Friends utiliza este detalle para introducir una crítica sutil hacia la indiferencia con la que la sociedad a menudo enfrenta los problemas, ya sea por desinterés o por ignorancia.
El GRAN problema con el helio
El helio es un gas noble, incoloro, inodoro e insípido, y se considera el segundo elemento más abundante en el universo, solo detrás del hidrógeno, su sustituto por excelencia. A pesar de su abundancia en el cosmos, en la Tierra es relativamente raro. Lo más preocupante es que, hasta el momento, no existe una forma de sintetizarlo artificialmente, ni se ha encontrado un método viable para convertirlo en un recurso renovable.
El helio se forma a través de la descomposición radiactiva en el interior del planeta, pero la mayor parte del helio disponible en la Tierra proviene de reservas de gas natural, lo que implica que, una vez extraído y utilizado, no puede ser recuperado.
El helio se forma a través de la descomposición radiactiva en el interior del planeta, pero la mayor parte del helio disponible en la Tierra proviene de reservas de gas natural, lo que implica que, una vez extraído y utilizado, no puede ser recuperado.
Uno de los aspectos más fascinantes del helio es que posee el punto de ebullición más bajo de todos los elementos, lo que lo convierte en el recurso nº1 para aplicaciones de criogenia, así como, por ejemplo, el enfriamiento de imanes superconductores en máquinas de resonancia magnética (MRI). En general, se utiliza en diversas áreas de la investigación científica, en la industria aeroespacial, para inflar globos aerostáticos y dirigibles, así como en sistemas de respiración para buzos que operan a grandes profundidades.
El problema radica en que las reservas terrestres de helio están disminuyendo rápidamente. Aunque no se conoce con certeza cuándo se agotarán, algunos expertos estiman que podríamos enfrentar una escasez importante en las próximas décadas si no se descubren más yacimientos de helio bajo tierra que pueda prolongar unos años más su disponibilidad.
Otra dificultad con el helio es que, una vez liberado en la atmósfera, asciende al espacio y se pierde, sin posibilidad de recuperación. Esto genera otras preocupaciones sobre el futuro de este recurso, ya que si este material se fuga, no habrá manera de poder recuperarlo.
Por tanto, la eventual escasez de helio podría afectar no solo a que los niños puedan divertirse con un globo y a que los adultos vuelvan su voz aguda, sino también en sectores donde realmente es importante, como lo es en la medicina, la investigación científica y las tecnologías avanzadas.
El helio en la historia de la humanidad
El helio en la historia de la humanidad
El helio fue descubierto en el Sol antes que en la Tierra, lo que lo convierte en un elemento cuanto menos curioso. Durante una observación del eclipse solar en 1868, los astrónomos Pierre Janssen y Norman Lockyer detectaron una línea amarilla desconocida en el espectro solar. Esta línea fue atribuida a un nuevo elemento, que fue nombrado helio en honor al dios griego del Sol, Helios. Sin embargo, no se identificó en la Tierra hasta 1895, cuando el químico William Ramsay lo aisló en minerales de uranio en Reino Unido.
Desde entonces, el helio se extrae principalmente de yacimientos de gas natural, donde puede encontrarse en concentraciones que varían entre el 0.3% y el 7%. Estos depósitos se forman a partir de la descomposición radiactiva de elementos pesados en la corteza terrestre, liberando helio como subproducto. Para extraerlo, el gas natural se somete a procesos de separación y purificación que incluyen la refrigeración y la compresión, seguidos de la eliminación de otros componentes como metano y etano, utilizando técnicas como la destilación fraccionada. Existen yacimientos específicos, como el campo de gas natural de Hugoton en Kansas, que han sido una de las fuentes importantes de helio durante décadas.
A principios del siglo XX, el helio jugó su papel más recordado en la aviación, especialmente en el desarrollo de dirigibles. En la Primera Guerra Mundial, se comenzó a usar el helio en lugar del hidrógeno, que es altamente inflamable, para llenar dirigibles militares. Sin embargo, como el helio es mucho más escaso que el hidrógeno (y esto era muy conocido), su uso fue limitado al principio. Durante la Segunda Guerra Mundial, el uso de helio se amplió a sabiendas de su escasez, especialmente por parte de los Estados Unidos, que llegaron a monopolizar las reservas de helio. El motivo de esto fue uno de los acontecimientos más recordados de la historia de la aviación con pasajeros.
- El incidente Hindenburg
Desde entonces, el helio se extrae principalmente de yacimientos de gas natural, donde puede encontrarse en concentraciones que varían entre el 0.3% y el 7%. Estos depósitos se forman a partir de la descomposición radiactiva de elementos pesados en la corteza terrestre, liberando helio como subproducto. Para extraerlo, el gas natural se somete a procesos de separación y purificación que incluyen la refrigeración y la compresión, seguidos de la eliminación de otros componentes como metano y etano, utilizando técnicas como la destilación fraccionada. Existen yacimientos específicos, como el campo de gas natural de Hugoton en Kansas, que han sido una de las fuentes importantes de helio durante décadas.
A principios del siglo XX, el helio jugó su papel más recordado en la aviación, especialmente en el desarrollo de dirigibles. En la Primera Guerra Mundial, se comenzó a usar el helio en lugar del hidrógeno, que es altamente inflamable, para llenar dirigibles militares. Sin embargo, como el helio es mucho más escaso que el hidrógeno (y esto era muy conocido), su uso fue limitado al principio. Durante la Segunda Guerra Mundial, el uso de helio se amplió a sabiendas de su escasez, especialmente por parte de los Estados Unidos, que llegaron a monopolizar las reservas de helio. El motivo de esto fue uno de los acontecimientos más recordados de la historia de la aviación con pasajeros.
- El incidente Hindenburg
El LZ 129 Hindenburg, conocido como el "Titanic del aire", era un dirigible alemán inaugurado en 1936, durante el periodo entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, y es célebre por ser uno de los más grandes jamás construidos para orgullo de la Alemania nazi. Con una longitud de 245 metros, utilizaba hidrógeno como gas de elevación en lugar de helio. El Hindenburg realizaba vuelos transatlánticos entre Alemania y Estados Unidos, convirtiéndose en un símbolo de la era dorada de los dirigibles y de la grandeza alemana, y ofrecía a los pasajeros una experiencia lujosa y un transporte rápido. Sin embargo, su historia terminó trágicamente cuando se incendió en 1937 durante su aterrizaje en Nueva Jersey, lo que marcó el fin de la era de los dirigibles y planteó serias dudas sobre la seguridad de este tipo de transporte.
La causa del incendio es muy debatida, pero el resumen es que algo logro incendiar el hidrógeno de su interior, que es un elemento MUY inflamable. El desastre resultó en la muerte de 36 personas y fue uno de esos acontecimientos históricos con más repercusión de su siglo, ampliamente cubierto por los medios.
El desastre del Hindenburg marcó el fin de la era de los dirigibles como transporte de pasajeros, Se implementaron regulaciones más estrictas sobre la construcción y operación de dirigibles (que se siguieron utilizando sin ser medios de transporte como tal), globos y aparatos de aviación, priorizando la seguridad de los pasajeros ante todo y teniendo la obligación de usar Helio como elemento de elevación, ya que es no inflamable.
Es una gran incógnita que hubiera pasado si este incidente no hubiera ocurrido; probablemente, a día de hoy, seguiríamos utilizando dirigibles como medios de transporte y estaríamos ante un inminente agotamiento total del helio del planeta y probablemente, con un estudio más avanzado sobre como reutilizarlo.
Es una gran incógnita que hubiera pasado si este incidente no hubiera ocurrido; probablemente, a día de hoy, seguiríamos utilizando dirigibles como medios de transporte y estaríamos ante un inminente agotamiento total del helio del planeta y probablemente, con un estudio más avanzado sobre como reutilizarlo.
La demanda del helio ha aumentado por aplicaciones en auge donde es imprescindible, como la criogenia, la exploración espacial y los globos aerostáticos, y es por esto que ahora se reavivan las preocupaciones sobre su agotamiento. A medida que las reservas se están reduciendo, investigadores planean desarrollar tecnologías para recuperar y reciclar el helio de manera eficiente, así como explorar alternativas que puedan sustituir su uso en ciertas aplicaciones, aunque a priori resulta ser un elemento insustituible.
A parte de la posibilidad del reciclaje del helio, y aunque actualmente tampoco es viable, hay investigaciones en curso sobre la producción sintética de helio a partir de reacciones químicas, aunque estas técnicas todavía están en etapas experimentales y no son económicamente viables a gran escala.
A parte de la posibilidad del reciclaje del helio, y aunque actualmente tampoco es viable, hay investigaciones en curso sobre la producción sintética de helio a partir de reacciones químicas, aunque estas técnicas todavía están en etapas experimentales y no son económicamente viables a gran escala.
Una de las alternativas más prometedoras para obtener helio cuando se agoten las reservas en nuestro planeta es la minería en la Luna, donde se encuentra una fuente de este gas noble conocida. En la superficie de la Luna se halla, además, helio-3, un isótopo raro que es considerado un potencial combustible para la fusión nuclear, un proceso que podría ofrecer una fuente de energía limpia y prácticamente inagotable y sin riesgos si se desarrollan las tecnologías adecuadas. La posibilidad de extraer helio-3 de la Luna no solo podría aliviar la escasez de helio en la Tierra, sino que también representaría un avance hacia la implementación de energías sostenibles.
El desabastecimiento de los elementos no renovables
Sin embargo, no debemos perder de vista el problema fundamental: la humanidad ha explotado hasta el agotamiento numerosos elementos no renovables, que, al igual que el helio, tienen un final inevitable en un futuro cercano. Los elementos no renovables son recursos naturales que no pueden regenerarse a un ritmo que iguale su consumo, lo que implica que, una vez agotados, no podemos volver a contar con ellos en escalas de tiempo humanas.
Resulta obvio decir que estos recursos son esenciales para nuestra vida cotidiana y el funcionamiento de la sociedad. Por ejemplo, los combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y el gas natural, constituyen la base de nuestra producción de energía, alimentando industrias, vehículos y hogares. Del mismo modo, minerales como el hierro y el cobre se necesitan para la construcción y la manufactura, mientras que el litio se encuentra en su auge por su uso en las baterías de dispositivos electrónicos y vehículos eléctricos. No obstante, la extracción de estos recursos plantea una serie de problemas, como la contaminación o el cambio climático. A medida que crece la demanda de estos elementos, se vuelve capital adoptar prácticas sostenibles y buscar alternativas que nos permitan reducir nuestra dependencia de los recursos no renovables.
Resulta obvio decir que estos recursos son esenciales para nuestra vida cotidiana y el funcionamiento de la sociedad. Por ejemplo, los combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y el gas natural, constituyen la base de nuestra producción de energía, alimentando industrias, vehículos y hogares. Del mismo modo, minerales como el hierro y el cobre se necesitan para la construcción y la manufactura, mientras que el litio se encuentra en su auge por su uso en las baterías de dispositivos electrónicos y vehículos eléctricos. No obstante, la extracción de estos recursos plantea una serie de problemas, como la contaminación o el cambio climático. A medida que crece la demanda de estos elementos, se vuelve capital adoptar prácticas sostenibles y buscar alternativas que nos permitan reducir nuestra dependencia de los recursos no renovables.
Si te resulta sorprendente que la estimación del agotamiento del helio esté fijada en unos 15 años, deberías conocer que la humanidad está encaminada a acabar con la explotación de otros elementos no renovables, y probablemente llegues vivo a ver como se acaba alguno de ellos.
- Combustibles Fósiles
Los combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y el gas natural, son quizás los recursos no renovables más conocidos y utilizados. Son la principal fuente de energía para el mundo, fuente de energía de industrias, transportes y un largo etcétera. Sin embargo, su extracción y uso contribuyen al cambio climático y la contaminación ambiental.
Si se sigue manteniendo el ritmo de crecimiento de la sociedad y el consumo habitual, el petróleo se agotará alrededor del año 2043, dentro de 15 o 20 años.
Si se sigue manteniendo el ritmo de crecimiento de la sociedad y el consumo habitual, el petróleo se agotará alrededor del año 2043, dentro de 15 o 20 años.
- Minerales y Metales
Elementos como el hierro, el cobre, el aluminio y el litio son propios de la construcción y la manufactura. El hierro y el acero son la base en la construcción de infraestructuras, mientras que el cobre es necesario para la electricidad y las telecomunicaciones. El litio, por su parte, ha cobrado importancia en la fabricación de baterías para dispositivos electrónicos y vehículos eléctricos.
Se estima que el litio, uno de los elementos más importantes en nuestra sociedad actual, tiene fechado su fin para dentro de entre 50 y 100 años.
Se estima que el litio, uno de los elementos más importantes en nuestra sociedad actual, tiene fechado su fin para dentro de entre 50 y 100 años.
- Minerales Raros (o elemento de las tierras raras)
Los elementos de tierras raras, como el neodimio y el disprosio, son elementos desconocidos por la población general y que sin embargo son los protagonistas en la tecnología moderna. Se utilizan en la fabricación de imanes, catalizadores y componentes electrónicos. Aunque no son escasos en la naturaleza, su extracción es compleja y a menudo se concentra en unos pocos países.
El neodimio, uno de los elementos por explotar en el planeta, puede durar de entre 60 a 100 años únicamente con los yacimientos existentes.
El neodimio, uno de los elementos por explotar en el planeta, puede durar de entre 60 a 100 años únicamente con los yacimientos existentes.
- Fósforo
El fósforo es otro recurso no renovable que se usa más de lo que uno imagina, por ejemplo, en la agricultura, donde se utiliza como fertilizante. Su disponibilidad garantiza la seguridad alimentaria mundial. Sin embargo, la sobreexplotación de fosfatos ha llevado a la degradación de recursos y a la contaminación de aguas.
Se estima que el fósforo aguante entre 50 y 100 años teniendo presente las tasas actuales de extracción y consumo.
Se estima que el fósforo aguante entre 50 y 100 años teniendo presente las tasas actuales de extracción y consumo.
- Agua Subterránea
Aunque el agua es un recurso renovable, el agua subterránea que se extrae de acuíferos puede considerarse no renovable por su situación. Muchos acuíferos se están agotando más rápido de lo que se recargan, lo que crea una situación insostenible para las comunidades que dependen de ellos para la agricultura y el consumo humano. Si has visto "Quantum of Solace", a pesar de no ser la mejor del 007 de Daniel Craig, sabrás que las reservas de agua son las nuevas minas de oro, porque es el único recurso que REALMENTE es necesario para vivir.
Nos encontramos en el punto de inflexión de adoptar un enfoque más consciente y responsable hacia el uso de los elementos en la tierra y se buscan alternativas sostenibles, o acabaremos en ese distópico futuro de novela marcado por la escasez y las dificultades. Por suerte, aún estamos a tiempo de cambiar el rumbo, y si para mentalizarse, uno tiene que verlo en dibujados animados para adultos, que así sea.