La comunicación según 'La llegada'

De lo que se trata es de esto, de lo que ocurre, por ejemplo, con estas líneas. Es inevitable que la comunicación exista en interacciones humanas tales como esta. Y es que la habilidad de comunicarse es tan indispensable para nosotros, como lo fue cientos de años atrás para nuestros ancestros. 

Quizá sea extraño pararse a pensarlo, pero la situación que vivimos es tan solo la punta del iceberg en lo que respecta a la comunicación. Todo lo que hemos construido y que es tan cotidiano y espontaneo, es algo SUMAMENTE COMPLEJO, que resulta en pegamento que une personas.

Por su naturaleza, la comunicación nació para transformar; es el primer pacto que hemos realizado los seres humanos y la que ha dado pie a toda nuestra existencia. Es una herramienta que moldea nuestra realidad y, a efectos prácticos, es el acto fundacional de toda nuestra civilización.

Por eso, debemos de celebrar cuando dos obras como 'La historia de tu vida' de Ted Chiang y su adaptación cinematográfica, 'La llegada' de Denis Villeneuve, la ponen en el centro, porque nunca está de más recordar que, como especie, también hemos llegado a construir cosas buenas.


Sobre los autores:

Denis Villeneuve


Natural de Canadá, Denis Villeneuve es uno de los directores en los que más apuesta Hollywood actualmente, y así lo demuestran situaciones tales como el encargo que se le hizo de dirigir la secuela de Blade Runner y la adaptación de Dune. A parte de esto, el cariño que se le tiene en las américas es bastante notable, y desde que le echaron el ojo con Incendies, parecen inseparables.

Villeneuve estudió audiovisuales en la Universidad de Quebec (Montreal). Al pronto de terminar, y compaginando su trabajo en radio Canadá, el joven director se lanzó a realizar un cortometraje titulado 'REW/FFWD' (1994), un falso documental que presentaría en el festival de cine suizo de Locarno y al que premiaron con el galardón del jurado. Tras participar en la anecdótica película episódica 'Cosmos' (1996)Villeneuve debuta con su primer largometraje, 'Un 32 de agosto en la Tierra' (1998), premiado en Cannes y enviada para representar a Canadá en el festival de los Oscar de Hollywood en el año 98 (y desestimada por el jurado).

Su siguiente película fue 'Maelstrom' (2000), que tras ser premiada en muchos festivales, le dio el impulso para empezar a realizar trabajos en inglés, volviéndose internacional. Tras dos cortometrajes grabados en inglés (uno de ellos 'Next floor', muy interesante) , el director volvió a su idioma natal dirigiendo el film 'Politechnyque' (2009), reconocida película de producción canadiense que narra los hechos acontecidos en la masacre de la escuela politécnica de Montreal; tras esto, realizó 'Incendies'(2010), una adaptación de la obra de teatro 'La mujer que cantaba', que le valió para entrar en el Star system siendo nominada a Mejor película de habla no inglesa y una cantidad ingente de otros premios a nivel internacional.

Comenzó su carrera en Hollywood con la siempre recomendada 'Prisioneros' (2013), y no olvidó la producción patria estrenando ese mismo año 'Enemy' (2013). Pronto llegaría 'Sicario' (2015), y una vez realizada, el director hace una confesión: "llevo 20 años, prácticamente desde que empecé a dirigir, con el deseo de hacer una película de ciencia-ficción. Soy un gran fan del género".


Ted Chiang


Para cualquiera que guste de la novela divulgativa, le será imposible no conocer a Ted Chiang, un escritor de ciencia ficción especulativa estadounidense de origen chino, nacido el 20 de octubre de 1967 en Port Jefferson, Nueva York. Sus padres nacieron en China y emigraron a Taiwán con sus familias durante la Revolución Comunista China; posteriormente, emigraron a Estados Unidos. Su padre, fue un distinguido profesor de ingeniería mecánica en la Universidad de Stony Brook, y su madre era una influyente bibliotecaria de la ciudad. 

Durante toda su infancia y hasta la universidad, Ted mostraba mucho interés en la obra de Asimov y Clarke, también de Gene Wolfe, John Crowley y Edward Bryant. Ted se graduó en la Universidad de Brown en 1989, licenciándose en ciencias de la informática. Al terminar su carrera, ese mismo año, se inscribió en el taller de escritura Clarion, taller conocido por dar conocimiento y visibilidad a numerosos escritores de Ciencia Ficción y donde los maestros, eran los escritores que admiraba.

Chiang
pronto se hizo conocido por realizar relatos y ensayos cortos donde se mezcla la ciencia ficción y la filosofía con lenguaje certero y accesible, y aunque no es un escritor muy prolífico, sus escritos le han valido para ser una de las mentes más influyentes de nuestro tiempo. No en vano, ha ganado reconocimiento y numerosos premios por la calidad de sus escritos. En España, sus relatos se encuentran condensados en dos tomos que funcionan como antologías y que reciben el nombre de la historia más larga de cada uno de ellos: 'La historia de tu vida' y 'Exhalación'.

En 1998, Ted publicó una obra de ficción breve titulada 'La historia de tu vida', que recibiría el premio Nébula de ese año a mejor novela corta. Eric Heisserer, guionista y ferviente admirador de la obra, sintió la necesidad de adaptarla a guion y presentarla a Hollywood, pero se lo impidieron objetando textualmente que "el libro es inadaptable, no es posible trasladar esta ficción a la pantalla", dado que la obra giraba entorno a la comunicación escrita, y su principal atractivo se encontraba en ser leída. Eric no cesó con sus intentos hasta que en 2012, consiguió convencer a Paramount, y así empezaron a mover los hilos de lo que sería la adaptación a la gran pantalla de la obra titulada La historia de tu vida. El director Denis Villeneuve, que leía a Chiang y entusiasmado por la idea, decidió recoger el recado de la dirección contando con Amy Adams en el papel principal; a posteriori, Paramount confirmó la compra de los derechos de la obra (curiosamente, el proceso se hizo al revés de como se haría normalmente), y con todo el reparto completo casi al ultimo momento, comenzó, en junio de 2015, el rodaje de 'La historia de tu vida', que pasó a llamarse 'La llegada'.




En un día normal de nuestro tiempo y sin previo aviso, doce naves extraterrestres llegan a La tierra, posándose en diferentes puntos del planeta. Tras varios contactos, los ejércitos militares de las naciones donde se encuentran cada una de las naves, trabajan ahora en conjunto para saber cuales son las intenciones de estos visitantes (apodados como "heptápodos").

El ejército estadounidense pide ayuda a la experta lingüista Louise Banks (Amy Adams) y al reputado físico matemático Ian Donnelly (Jeremy Renner) para intentar entablar contacto y desentrañar el misterio que esconde su llegada. El tiempo pasa y parece casi imposible evitar un conflicto, incluso entre paises, por culpa de esta visita. Es entonces cuando Louise parece entender algo de lo que tratan de decir; ahora será ella de quien dependa que el planeta entienda el cometido de estos particulares seres, si es que esto fuera posible.



El tiempo del lenguaje y el lenguaje del tiempo


"El ser humano es un ser social por naturaleza", acuñaba Aristóteles. Como se decía en unas líneas primerizas, la comunicación ha cimentado todo lo que somos como especie. Para comprender correctamente lo que es necesario para interiorizar esto, es necesario adentrarse en los factores más determinantes de la comunicación y preguntar Por qué se comunica el ser humano.

La respuesta a esto es, básicamente, que el ser humano se comunica por necesidad. Usamos los lenguajes como medio de intercambio de información. Con ellos podemos expresar emociones, establecemos relaciones sociales, nos coordinamos, solucionamos problemas, nos entretenemos, creamos, persuadimos y nos identificamos como seres.

Para aprender un lenguaje nos basamos en el entorno y en experiencias previas e imitamos modelos establecidos; nuestro desarrollo cognitivo se refuerza y crece durante este proceso. Tomamos los contextos culturales como referencia y nos motivamos con ellos para desarrollar habilidades lingüísticas y simbólicas con el único fin de obtener un feedback.

Un recién nacido no posee aún las herramientas del lenguaje como las conocemos, pero eso no impide que se comunique; tiene un rudimentario lenguaje propio, que es llorar. Un adulto, con práctica, es capaz de encontrar sutilezas en su llanto y codifica e interpreta qué es lo que puede estar pasando a grandes rasgos, gracias al denominado "instinto" y, también, a su experiencia en la interpretación de la comunicación de su propia especie. Cuando se colocan dos neonatos en un mismo espacio, el llanto de uno suele desencadenar el llanto del otro, sin una causa directa aparente; del mismo modo, el silencio de uno puede inducir el silencio del otro. Esta reacción refleja, que no responde a una lógica racional, deja entrever algo emocional de base, y es que en este intercambio tan elemental se manifiesta un primer atisbo de empatía, prueba temprana de que la necesidad de comunicación y de vínculo está adherido de manera natural en la biología humana, antes incluso que la palabra.

Existe un consenso tácito, pues, sobre cómo comunicarse y sobre qué es comprensible dentro de un marco compartido. Cabe preguntarse, entonces, qué ocurre cuando dos adultos (ambos formados en sistemas lingüísticos y culturales distintos) intentan entablar comunicación desde cero, y es que a pesar de la distancia contextual, es razonable pensar que existen ciertos puntos de convergencia, como expresiones faciales, gestos, silencios, etc. Ahí, existen primeras nociones comprensibles que no requieren gramática compleja y que compartimos todos en toda circunstancia: la afirmación y la negación (el "sí" y el "no"), que funciona como base suficiente sobre las que funcionaria todo intercambio. El resto es cuestión de tiempo.

El juego que nos propone Ted Chiang y Denis Villeneuve en la historia que nos ocupa, es la más compleja de las posibilidades: Un ser humano intenta comunicarse con otra especie con la que no comparte NADA. Un partir de 0 absoluto entre dos especies inteligentes, un aprender un lenguaje sin cimiento alguno, explorar el limite de la comunicación cuando la comunicación es, por la condición de cada especie, aparentemente imposible.


Sobre el libro

Ted Chiang no es un escritor de Ciencia Ficción al uso. Sus relatos no se consideran de Ciencia Ficción dura, pero tampoco sería objetivo decir que son Ciencia ficción blanda, juegan en una liga diferente: plantea un supuesto improbable o imposible, le da cuerpo y versa sobre su filosofía y le da veracidad científica; es un camino intermedio entre los dos subgéneros. Así, también se nos presenta en 'La historia de tu vida'.

El estilo de escritura de Ted Chiang en el texto es preciso y con gran profundidad filosófica y lingüística. Utiliza una narrativa en primera persona para sumergir a su lector en la mente de Louise Banks, su protagonista. La historia se desarrolla de manera no lineal, y a veces, con diferentes tiempos verbales en una sola frase, haciéndola carecer de sentido si se lee a simple vista, reflejando la experiencia temporal única de la protagonista (cosa que se hace más presente en su versión original).

La trama principal y donde el relato se hace fuerte, es en el momento que se trata la comunicación con los heptápodos; esta parte de la historia se entrelaza con la vida personal de Louise, creando una conexión entre la narrativa científica y los elementos emocionales de la historia.

Parte de la magia de leer este libro es que la escritura del propio libro (y lo que lo hace inadaptable) es, en si mismo, la misma idea que los heptápodos pretenden ofrecer a la raza humana utilizando un lenguaje escrito: la concepción del tiempo y como el uso del lenguaje escrito nos lo da a entender. El texto nos plantea cómo el lenguaje escrito nos puede ofrecer mucha más información de lo que uno puede pensar tal y como las usamos. Detalle aparte, se entiende mucho mejor el libro si se lee en inglés, donde el juego con las letras es más latente.

Chiang incorpora conceptos científicos y lingüísticos sofisticados, pero lo hace de manera que es accesible incluso para aquellos que no tienen conocimientos técnicos. Es una novela corta aparentemente complicada, pero de fácil lectura. Así, el relato explora la relación entre el lenguaje y la percepción, así como las implicaciones filosóficas de la comprensión no lineal del tiempo.


Sobre la película



Podríamos definirlo como un cine serio, sereno, una película capaz de convencer por su factura técnica, también de emocionar y educar.

Si ya conoces a qué juega Villeneuve en el cine, te darás cuenta que el film tiene su sello de principio a fin, pero lo que es innegable es que, esta vez, ha realizado un ejercicio dignísimo y merecedor de ovación, muy lejos de lo que le llegaron a premiar por él, y muy lejos de lo que le pudieran haber ofrecido con premios.

Lo primero que habría que destacar, por su dificultad a la hora de ser adaptado y su forma magistral de ser llevado a la pantalla, es el guionEric Heisserer, conocido por guionizar los reboots de Pesadilla en Elm Street La cosa, sorprendió intentando llevar a la pantalla algo que, aparentemente, era imposible: un desconocido lenguaje escrito y la idea de su concepción (aunque bien es cierto que Chiang ya explicaba sobre el lenguaje minuciosamente en el libro). 

Los acontecimientos del relato son llevados a la pantalla de forma intachablesin que la jerga científica o la paranoia psicológica supongan escollo para el espectador, y sorprendentemente, de forma que todo lo que se ve y se oye suene creíble.

Este film se puede dividir en dos partes, una primera que nos pone en situación y nos muestra los problemas sociales y el como han contactado los alienígenas con la especie humana, y otra en la que se aplica la ciencia lingüista intentado solucionar el problema principal de la trama. Todo ello salpicado con unos aparentes flashbacks.

La dirección es brillante. Villeneuve entra en la ciencia-ficción con la magia y la profesionalidad de un auténtico veterano. A veces recuerda a Nolan, a veces recuerda a Malick, otras tantas veces a Spielberg, todo ello manejando la tensión como Hitchcock y la grandilocuencia como Abrams. El film se presenta al espectador como algo que engullir, todo llevado a la práctica con mucha astucia. El montaje se presenta como parte de un puzzle de solución gratificante.

La fotografía de Bradford Young (conocido por la, en su día, aplaudida Selma) es la otra responsable de que toda la magia suceda; la película pasa de planos generales aéreos abrumadores y bellos, a planos en espacios muy reducidos y angustiosos, casi desconcertantes, con un tratamiento del color muy apagado, dotando a la obra de una naturaleza solemne.

El nivel actoral deslumbra por el tratamiento intensamente contenido de los papeles; esto aporta al espectador una sensación de ver una película de tono oscuro. El papel en el que se hace mas latente es en el de Amy Adams, que se nos presenta muy sobria, aunque sufrida en los momentos de máximo éxtasisLa iluminación y la baja saturación de colores aporta un extra a la interpretación y al tono general de la película.

El sonido cobra un significado muy importante que se presta a la virtud de la obra; los efectos sonoros (con reconocimiento de un Óscar), y la excelente y minimalista banda sonora de Jóhann Jóhannsson, se integran en el metraje de una forma asombrosa, entrando en una simbiosis perfecta que genera una obra con espíritu propio, llevándola a ser una de esas películas que quedan anidadas con fuerza en el recuerdo si la dejas entrar en tu mente.


Rudimentos del lenguaje y de la comunicación en los Seres humanos


La evidencia científica sugiere que el lenguaje hablado se dio y evolucionó antes que el lenguaje escrito en la historia de la humanidad. El lenguaje oral es una forma de comunicación que ha existido durante mucho más tiempo que la escritura, y se cree que los humanos comenzaron a hablar hace varios cientos de miles de años.

La escritura, como un sistema de representación gráfica del lenguaje hablado, es un desarrollo más reciente en la historia de la comunicación humana. Las primeras formas de escritura conocidas, como la escritura cuneiforme en Mesopotamia, se remontan a alrededor del 3500 a.C.  Es por ello que se puede decir que el lenguaje hablado es la raíz de la comunicación de nuestra especie

La escritura, por definición, es la representación gráfica del lenguaje hablado, donde para llegar darse correctamente, se han pactado una serie de pautas para poder proceder y dar el significado deseado en cada circunstancia y contexto, dadas nuestras capacidades de comprensión.

Si analizamos el lenguaje humano, existen una serie de rudimentos que forman la base de nuestra comunicación y que posibilitan la comprensión, que pueden resumirse en unas cuantas líneas:

El cimiento del lenguaje son los fonemas, que son sonidos sin significado pero capaces de diferenciar palabras (no es lo mismo una "Pala", con P, que una "Bala", con B); también los morfemas, unidades que ya aportan sentido, aunque no funcionen de forma aislada  (en la palabra Subterráneo, "Sub" ya indica que "algo" se encuentra por debajo, aunque por si misma no se refiere a nada). De su combinación surgen las palabras, que ya poseen significado por si mismas, y con ellas, las oraciones. La sintaxis organiza su disposición; la gramática fija las reglas; la semántica aborda los significados posibles; y la pragmática, el modo en que la intención transforma el mensaje. A todo esto se suma la comunicación no verbal, que, sin palabras, amplifica o matiza lo dicho.

Todo esto, es la parte fundamental para que se pueda dar la comunicación entre seres humanos sin problemas de comprensión, pero no lo es todo. Si el fin es comunicarse, se deben dar correctamente todos los factores de la comunicación, que se compone de varios elementos esenciales: un emisor que lo transmite, un receptor que lo interpreta, y un mensaje que circula entre ambos. Este mensaje viaja a través de un canal (verbal o no verbal) y se codifica mediante un sistema compartido de signos y símbolos. El contexto condiciona su significado, y el ruido (físico, psicológico o semántico) puede distorsionarlo. El feedback, cuando el receptor responde, confirma si la comunicación ha sido efectiva. Además, los gestos, las diferencias culturales y las habilidades personales añaden otra capa. Si alguno de los elementos clave falla, la comunicación deja de existir como tal.

Comprender esto supone el fundamento para las obras de las que hablamos hoy, como también es necesario comentar algunas otras cosas que cimentarán el discurso filosófico y científico-lingüístico de las mismas.


1. Diferencias entre lenguaje oral y lenguaje escrito


La comunicación oral y la comunicación escrita son dos formas bien distintas de expresar y compartir información. Cada una tiene sus ventajas y limitaciones, y su elección suele depender de la intención o la habilidad del hablante o escritor. Mientras algunos prefieren una por considerarla más práctica o precisa, otros alternan entre ambas según el tipo de mensaje:

La comunicación oral destaca por su inmediatez. Permite interacción en tiempo real y se adapta al tono y vínculo entre interlocutores. Es flexible, incorpora gestos y matices difíciles de trasladar al texto, y tolera mejor los errores gracias al contexto. Sin embargo, su carácter efímero la hace dependiente de la memoria y puede generar malentendidos por su espontaneidad.

Por su parte, la comunicación escrita es asincrónica, ya que no requiere la presencia simultánea del emisor y el receptor. Permite planificar, revisar y dejar constancia permanente del mensaje. Suele ser más estructurada y precisa, aunque también más rígida, y depende estrictamente del lenguaje, sin apoyos como gestos o entonación. Su claridad compensa la falta de inmediatez, aunque el feedback puede demorarse.

Eso sí, la comunicación efectiva surge del equilibrio entre lo oral y lo escrito; dominar ambas amplía las posibilidades expresivas, y comprende la comprensión mutua.


2. Semántica y semiótica


La semántica estudia cómo las palabras y estructuras lingüísticas construyen significado dentro de un idioma. Se ocupa de la relación entre términos y del modo en que los comunicantes interpretan lo que esperan entender.

Como ejemplo, pongamos la frase "Eres un zorro". Todos sabemos que el zorro se trata de un animal mamífero, pero además también puede variar su significado según su contexto, que a nuestro entender, expresaría que ese alguien al que se dirige la frase es astuto, y yendo a más, si intentamos personificar esta expresión de alguna manera, podríamos imaginar que este zorro podría ser antropomórfico vestido de un ladrón, por decir algo. Este tipo de asociaciones, que llamaríamos conciencia semántica, a pesar de ser interpretaciones creativas, se tratan de asociaciones razonables que entran dentro de una literalidad, pues sabemos que el animal zorro es astuto, y lo asociamos con profesiones que se ejercen con astucia. Si cogemos otros ejemplos como buitre o rata, que también son animales, ocurriría lo mismo, significando otras cosas diferentes entre sí, a pesar de pertenecer al mismo colectivo animal.

En este punto, a pesar de que estamos haciendo hincapié en los leguajes del ser humano, seguro que ya has caído en que el ser humano no solo se expresa en estos dos tipos. También tenemos el lenguaje de signos, un lenguaje que pretende representar la voz hablada con gestos. Esta tiene una particular desventaja, y es que, el lenguaje hablado y escrito se ha convertido en algo tan complicado y rico, que imposibilita que las manos puedan ofrecer tanta información sin que perdieran mucho tiempo en ello, por lo que su construcción es la de un lenguaje muy directo y simplificado que huye de lo que, literalmente, diríamos es correcto semánticamente. Con esto, ya debes de haber caído en la cuenta de que existen otros lenguajes que se compendian en otra disciplina y que no pueden ser analizados semánticamente, ya que huyen de la comprensión literal y tienen sus propias mecánicas de funcionamiento.

Por esto, existe una disciplina única que estudia y engloba todos ellos: la semiótica, que es el estudio de los signos y símbolos. 

Si bien el símbolo con las manos del lenguaje de signos es una expresión propia y característica en si misma, viene a representar literalidad con el lenguaje hablado. Pero donde realmente se vuelve abstracta la semiótica son en casos como, por ejemplo, los emojis en una conservación de Whatsapp. Estos, no tienen una semántica concreta, sin embargo, vienen a definir conceptos e incluso sensaciones ocupando un espacio reducido, y donde los comunicantes invierten muy poco tiempo en expresar y comprender todo su significado. Si trasladamos lo que queremos decir con un emoji a palabras en lenguajes como el oral o el escrito, se tardaría en expresar (si es que se cree posible) y comprender, mucho más espacio y más tiempo. Además, si varias personas tuvieran que definirlo, probablemente, todas lo harían de forma distinta, aunque su significado siempre se comparta en todas pero dicho de varias maneras.

Por esto, cuando hablamos de la semiótica como la disciplina que estudia los signos y símbolos, hablamos de que se extiende más allá de las palabras y las frases: se considera el estudio de cómo los signos y símbolos son utilizados para representar conceptos y transmitir significados realmente complejos, no solo a nivel lingüístico, sino también en otras áreas

Si tomamos como ejemplo un semáforo para vehículos de la vía pública, sabemos que si este presenta una luz verde, podemos avanzar, si esta luz es ámbar debemos de extremar precaución porque pronto se encenderá una luz roja, que es cuando no debemos avanzar. Las luces del semáforo representan cosas que se han definido en unas líneas y sin embargo, de un solo vistazo a las mismas, actuamos. Pero esto va a más ¿Has pensado alguna vez en el por qué de usar estos colores concretos? Realmente es sencillo: el rojo, por naturaleza, es algo que ya tenemos asociado a lo prohibido, el amarillo a lo peligroso y el verde a lo correcto. Si en algún momento te saltas un semáforo en rojo, probablemente tendrás la sensación de que estás haciendo algo malo, y justo esto, es el verdadero poder de la semiótica.

Las cuestiones semióticas incluyen el análisis de cómo los colores, gestos, imágenes y otros signos no verbales comunican significados Y SENSACIONES. Si piensas en tu película favorita, la recordarás por lo mucho que te emociona en algún aspecto, pues debes de saber que esa emoción no nace de forma genuina en ti, en realidad, existe un estudio sobre el color, en la interpretación, en el uso de la luz, y de todo lo que subyace a lo que es formalmente definible a simple vista para amplificar esta sensación. Cosas como los anuncios en comercios también juegan con esto, buscando en el usuario la sensación de "consumir", ya sea transmitiendo bienestar, urgencia o sensación de necesidad (como se habla en este otro artículo dedicado al principio de escasez).


3. Uroboros


Un ejemplo claro de un símbolo con carga semiótica, y que viene bien comentar, es el uroboros. El uroboros es un símbolo que representa una serpiente o dragón que se muerde la cola, formando así un círculo completo. Este símbolo ha sido utilizado en diversas culturas y tiene varias interpretaciones simbólicas. 

Quizá, el termino más aceptado es que simboliza la idea de un ciclo eterno, ya que la serpiente forma un bucle continuo sin un principio ni un final aparentes, por lo que esto puede representar la eternidad, la continuidad y el renacimiento al mismo tiempo. También, la mordida de la cola simboliza la autodestrucción y la renovación constante, por lo que puede interpretarse como un símbolo de regeneración, donde el final de una fase conduce al inicio de otra. Al representar un ciclo cerrado, el uroboros puede simbolizar la unidad de los opuestos, como el día y la noche o la vida y la muerte, por lo que se puede decir que los opuestos están interconectados y son parte de un todo más grande. 

En otro campos, como en la alquimia y la filosofía hermetista (corriente que busca el conocimiento de Dios y la sabiduría divina y que proviene del siglo I) , el uroboros a menudo se utiliza como símbolo de la unidad primordial, donde el Uno se divide para crear la dualidad y luego se reconcilia para lograr la unidad nuevamente. Según Carl Jung (psicólogo y psiquiatra fundador de la escuela de la psicología analítica), el uroboros puede ser visto como un símbolo de la totalidad del ser, representando la integración de los aspectos conscientes e inconscientes de la psique.

Como se aprecia, el uroboros siempre ha estado ahí, desde la antigüedad egipcia y griega hasta la alquimia medieval y las tradiciones místicas. Su significado puede variar según la cultural en el que se encuentre pero conceptualmente, siempre habla de la idea del ciclo continuo, donde no hay principios ni finales. Y esto es, estrictamente, lo que da contexto para comprender el idioma Heptápodo.


4. Aprender un nuevo idioma


El relato popular cuenta que James Cook, celebre explorador que durante 1770 se encontraba de expedición en Australia, vio un canguro, un animal que no se conocía fuera de ese continente. Cook, preguntó en inglés a un indígena que se encontraba por el lugar "¿Que es eso?" señalando al animal, a lo que él indígena contestó "no te entiendo", lo que en el idioma de Cook, sonó fonéticamente como "Can-gu-ru". De este fallo de interpretación, se dice que nace es el nombre del animal que conocemos como canguro hoy día.

Si conoces esta historia, debes de saber que es falsa, pero la historia real es igual de sórdida. Cook viajó a Australia acompañado por un aborigen que le hacia de guía. Al ver al animal en cuestión, Cook preguntó al aborigen señalando "¿Que es eso?" y el aborigen, cuya tribu era más inteligente de lo que Cook se creía, dijo "Can-guru", que en su idioma, era el nombre del animal y la especie concreta de este (lo que traduciríamos como canguro gris). Desde entonces se conoce como Canguro al nombre principal del animal, pero existen tres especies diferentes: el rojo, el gris occidental y el gris oriental. Es decir, si por ejemplo habláramos del canguro gris occidental, para un aborigen estaríamos diciendo 2 veces su especie.

Esto viene a ejemplificar la importancia de como todos los factores de la comunicación deben de ser correctos para que lo que exprese el hablante sea entendido correctamente. Si Cook se hubiera empapado completamente del idioma de los aborígenes y hubiera formulado las cuestiones correctas hubiera obtenido la información más veraz. Pero ¿Cómo es posible aprender un idioma completamente nuevo sin alguien que te enseñe comunicándose y explicándose con el tuyo propio? En este video que se encuentra a continuación, el lingüista Daniel Everett nos muestra como.


Daniel Everett, en menos de una hora, es capaz de conseguir los rudimentos del otro lenguaje apoyándose en el lenguaje no verbal, en herramientas y objetos comunes en la especie. Es importante destacar que un lingüista no conoce todos los idiomas (su profesión no se trata de eso), sino de conocer como funciona el lenguaje humano, por lo que al volcar este conocimiento en cualquier habla o escrito de una persona, es capaz de sintetizar en muy poco tiempo como funciona su idioma.


5. El solipsismo y la teoría de Sapir-Whorf


"Los límites de mi lenguaje significan los límites de mi mundo" dijo el filósofo austriaco Ludwig Wittgenstein. Esta frase se refiere a la idea de que el lenguaje que utilizamos para comunicarnos puede limitar nuestra comprensión del mundo. En otras palabras, si no tenemos las palabras adecuadas para describir algo, es posible que no podamos entenderlo completamente. Este es el principio fundamental del solipsismo, una corriente filosófica que en su vertiente menos extrema, defiende la idea de que nuestra mente limita comprender el mundo, y que tan solo entendemos lo que ella nos permite, que es, en cierto modo, lo que nosotros le permitimos a ella. Esta afirmación se refuta coincidiendo con parte de la hipótesis de Sapir-Whorf

La hipótesis de Sapir-Whorf, formulada por los lingüistas Edward Sapir y Benjamin Lee Whorf, sugiere que el lenguaje influye en la forma en que las personas perciben y piensan sobre el mundo. Sin embargo, a lo largo del tiempo, la hipótesis se ha dividido en dos versiones conocidas como la hipótesis fuerte (dura) y la hipótesis débil (blanda).

La hipótesis fuerte de Sapir-Whorf sostiene que el lenguaje no solo influye en la forma en que expresamos nuestro pensamiento, sino que también determina y limita nuestras capacidades cognitivas. En otras palabras, según la hipótesis fuerte, el lenguaje que hablamos estructura y condiciona fundamentalmente nuestra percepción del mundo y nuestra manera de pensar.
Esta versión más radical de la hipótesis sugiere que las personas que hablan diferentes idiomas no solo tienen formas diferentes de expresar ideas, sino que también tienen modos de pensamiento fundamentalmente distintos

Un ejemplo de esto sería el sabor Umami; hasta hace no mucho, los occidentales de a pie desconocíamos el concepto de este sabor, cuando siempre había existido y podíamos encontrarlo en bebidas como el vino y alimentos como el jamón, y sin embargo, no era habitual pararse a reflexionar sobre que ese sabor no era parecido a ningún otro. Es importante destacar que esta parte de la hipótesis está fuertemente desacreditada por la comunidad científica, debido a que, tomando el ejemplo anterior, el hecho de no conocer el sabor no limita el que no puedas saborearlo, sino que simplemente no podrías darle un nombre concreto o no pensaste en ello. 

Por otra parte, la hipótesis débil de Sapir-Whorf es menos radical y sugiere que el lenguaje influye en la forma en que pensamos y percibimos el mundo, pero no lo determina de manera absoluta. Según la hipótesis débil, el lenguaje puede afectar ciertos aspectos de nuestro pensamiento y percepción, pero no establece límites rígidos. En este enfoque, el lenguaje se considera una influencia importante pero no la única en la forma en que estructuramos nuestra realidad. Las personas que comparten un idioma pueden tener ciertos patrones de pensamiento similares, pero no están limitadas por su lenguaje de manera inflexible.

Y algo muy razonable es que, cuando un individuo se sumerge en una lengua que no conoce, se da cuenta de ciertos cánones sociales que nos muestran su forma de pensar y entender el mundo; un ejemplo muy claro es el de los japoneses, cuyo uso de la lengua está arraigada fuertemente a un sentido del honor, la privacidad y del respeto del que nosotros, los occidentales, carecemos. A modo de ejemplo, cuando un usuario acude a un restaurante en Japón y solicita cambiar un ingrediente del plato que va a pedir (por la razón que fuera), se suele pedir disculpas al cocinero, no por una cuestión de educación, sino por una cuestión de respeto por destruir su creación.

Como concepto, debemos quedarnos con que, mientras que la hipótesis fuerte sugiere que el lenguaje determina nuestra manera de pensar, la hipótesis débil plantea que el lenguaje tiene una influencia, pero no limita de manera estricta nuestras capacidades. Entonces, si somos capaces de percibir cosas nuevas adquiriendo idiomas nuevos ¿Cuánta información sobre un individuo puede transmitir un idioma de forma no directa y cuanto podríamos aprender en realidad de un lenguaje ajeno al nuestro a parte del propio idioma?. Esta es la clave de toda la obra.


5. El tiempo


"Los relojes solo miden a los relojes", decía el inspector de la Europol Gesicht en 'Pluto'. Y es que el tiempo como lo conocemos podría tomarse como otro pacto del ser humano para, tomando como base el cómo percibimos la dimensión temporal, nos sincronicemos como sociedad.

A grandes rasgos, el tiempo es un concepto que se define como una secuencia ordenada de eventos y cambios que ocurren en lo que percibimos. En nuestra experiencia como seres humanos, el tiempo se percibe como lineal y progresivo, con un pasado, un presente y un futuro. Decimos entonces, que los eventos que vivimos ocurren en una secuencia ordenada

La teoría de la relatividad de Albert Einstein cambió nuestra comprensión del tiempo al mostrar que no es absoluto, sino relativo al ser que lo experimenta y a las condiciones del entorno. Esto significa que es posible que el tiempo puede pasar de manera diferente para dos seres si se da la circunstancia concreta.

Lo que entenderíamos como nuestra flecha del tiempo señala la dirección en la que los eventos ocurren: para el ser humano señala desde el pasado hacia el futuro. En la física, este concepto está vinculado a la segunda ley de la termodinámica.

Sea como fuere, esta percepción del tiempo es una referencia absoluta en la comunicación, ya que nuestros tiempos verbales se ajustan a este, ayudándonos a comprender el contexto de la frase y a ubicarnos en el momento correcto cuando entablamos una conversación o leemos un texto. Además, como detalle, cuando escribimos, escribimos frases orientándonos en base a la percepción cultural de esta linea: escribimos de izquierda a derecha de forma consecutiva, para conocer que va antes y que va después en la frase. Y, de nuevo, esta es otra clave del asunto.


6. Flashback y Flashforward


Ligado con el tiempo y con nuestra forma de expresión artística de ello, existen dos técnicas narrativas que podemos encontrar en el cine y la literatura que se definen por intercalar secuencias del pasado y del futuro en la línea temporal donde ocurren los hechos que se están narrando. Si se trata de una secuencia intercalada que ha ocurrido en el pasado, lo llamaremos "Flashback", si es en el futuro, lo llamaremos "Flashforward".

Un flashback es una técnica narrativa en la cual la secuencia temporal de una historia se interrumpe para transportar al lector o espectador a eventos que ocurrieron en el pasado. Durante un flashback, la narrativa retrocede en el tiempo para revelar información adicional sobre personajes, eventos o contextos que son relevantes para la trama principal. Los flashbacks pueden utilizarse para proporcionar antecedentes, explicar motivaciones o revelar secretos que influyen en la comprensión de la historia.

A diferencia de este último, un flashforward es una técnica narrativa que proyecta la historia hacia el futuro, mostrando eventos que aún no han ocurrido en la secuencia temporal principal de la narrativa. Durante un flashforward, el público obtiene una visión anticipada de lo que sucederá más adelante en la historia. Esta técnica se utiliza para crear anticipación, suspense o para dar pistas sobre eventos futuros. Conociendo esto, uno tiene todos los elementos para dar sentido al libro y a la película, o a los heptápodos y a Louise Banks.


La comunicación en 'La historia de tu vida' y 'La llegada':


Una vez entendidos los conceptos anteriores, se nos hará más fácil desentrañar la obra que el escritor Ted Chiang y el director Denis Villeneuve nos presentan; una donde cobra protagonismo absoluto y se nos muestra la importancia del lenguaje, la comunicación y el tiempo.

La obra parte con la llegada de las 12 naves extraterrestres que se posan sobre La tierra, que aterrizan en diferentes países de la misma. Los ejércitos de las zonas donde acontecen los aterrizajes han comenzado a intentar comunicarse con ellos con motivo de conocer sus intenciones, mientras trabajan en supuesto conjunto con los ejércitos de todos los países donde se han producido las llegadas de estos seres (aunque no comparten toda la información que tienen). 

Mientras la sociedad se encuentra en plena revolución por la falta de transparencia por parte de los ejércitos, y con las naves extraterrestres posadas viéndose a simple vista para los ciudadanos, la milicia estadounidense contacta con la doctora Louise Banks, una reputada lingüista que imparte clases en la universidad. Su misión será la de preguntarles el motivo de su visita, ya que los ejércitos parecen no encontrar posibilidad.

En este punto, la Dra. Banks les comenta que para poder realizar esa pregunta, que aparentemente es sencilla, se debe partir por conocer los rudimentos de su lenguaje, cosa que puede llevar mucho tiempo. Entre otras cosas, se tendría que saber si, como en el nuestro, su lenguaje posee fonemas, morfemas, y palabras, conocer su sintaxis, su gramática, su pragmática, si son capaces de contar, si tienen genero y adecuan la frase a él, si sienten identidad... pero lo más importantes, sería conocer si lo que están haciendo lo hacen con conocimiento de causa para poder responder a un Por qué y, fundamentalmente, si son capaces de comunicarse.

La doctora entabla la primera toma de contacto con los alienígenas, que ahora son apodados Heptápodos, ya que caminan a 7 patas. En este punto, Banks intenta comunicarse a través del habla con ellos (lo que se conoce como lenguaje Heptápodo A), cosa que resulta imposible por varias razones que físicamente lo imposibilitan. Poco después y tras un intento azaroso, se da el primer atisbo de comunicación: Banks escribe algo en una pizarra y lo muestra a los heptápodos, ellos contestan imprimiendo un circulo sobre la pantalla que les parapeta, dándose esto repetidas veces. Esto claramente es un feedback, por lo que el intento de comunicación existe, dado que se dan todos los factores de la comunicación.

Banks decide que, lo más lógico es, debido a que sus lenguajes escritos tiene más ventajas de mostrar atisbos de comunicación, ceñirse a comprender ese (al que llamarán lenguaje Heptápodo B). Con esto, Banks y su equipo se apoyan con herramientas y lenguaje no verbal (el limitado que se puede compartir entre estas dos especies) para comprender el significado de su lenguaje escrito. 

En este punto, el relato nos ofrece 3 hallazgos importantes

1.- El Heptápodo A no tiene ninguna relación con el Heptápodo B. En los seres humanos, el lenguaje escrito es una adaptación del lenguaje hablado, pero para los heptápodos no hay relación alguna entre los dos tipos de lenguajes, funcionan de forma independiente.

2.- A diferencia del lenguaje escrito humano, el lenguaje escrito Heptápodo (el Heptápodo B) es semasiográfico. Es decir, su lenguaje escrito es Semiótico. Expresa significados y sensaciones por si mismo sin representar sonidos del habla.

3.- Parece que sus palabras tienen varias acepciones que presumiblemente no tienen relación entre si. Por ejemplo, confunden el termino "arma" con "lenguaje".

4.- Cuando el Heptápodo usa su forma de lenguaje hablado, este emite un sonido ordenado, lo que lo convierte en un lenguaje sujeto a decir palabras una detrás de otra, es un lenguaje aparentemente lineal. Sin embargo, cuando el Heptápodo escribe, este lanza un circulo con todo su mensaje directamente. Este mensaje, al ser circular, no parece tener un principio o un final, por lo que se intuye que es un lenguaje no lineal. Esto tiene sentido debido a que sus naves y sus cuerpos, tampoco parecen obedecer a un orden; a simple vista, no se podría conocer que es la parte delantera o la trasera. Además, debido a las señas de ser un lenguaje más rico que el hablado, se podría decir que la escritura es la base de su lenguaje, al contrario que el del humano.

Con este último detalle, debido al tipo de escritura y como la ejecutan, nos surge la certeza de que los heptápodos no tienen la misma percepción del tiempo que los humanos

Imagina, por un momento, el escribir una frase en circulo con las dos manos, sin mayúsculas ni signos de puntuación. Para poder ejecutarla, debes de saber exactamente lo que vas a escribir y el espacio que vas a ocupar. Además, para que el receptor pueda leerla, debe saber de antemano por donde empezar a leer, ya que no existe ninguna pista de cual es el comienzo de la frase. El Heptápodo, además, ejecuta la escritura en un solo instante, por lo que puede ofrecer cantidades de información indefinida en un solo circulo para que el interlocutor pueda captar la información, como nos ocurre a nosotros con nuestro lenguaje semiótico. Esto dilucida también que su escritura no tiene tiempo verbal (es un lenguaje no lineal), no se conoce si lo que se expresa es algo que ocurre ahora, ayer o mañana; de ser así, los heptápodos parecen no comprender el tiempo como los seres humanos.

Banks, al poco de ir comprendiendo el rudimento de su lenguaje, comienza a revivir ciertos recuerdos de su hija, que murió por una enfermedad incurable, y que se nos presenta a modo de flashbacks. La gran sorpresa nos viene dada cuando se nos explica que esa hija nunca ha existido: está recordando cosas que no han ocurrido nunca. Aquí, sale a la palestra la hipótesis de Sapir-Whorf, y como el aprender un lenguaje que no es el nuestro nos hace percibir cosas que el nuestro nos ha limitado y que otra sociedad de otro habla posee. 

Comprendemos rápidamente que, como ocurre con el lenguaje Heptápodo, con sus cuerpos y sus naves, la línea temporal del Heptápodo se asemeja al uroboros, no tiene principio ni final, el pasado y el futuro están unidos. Nos remontamos, entonces, a lo mencionado sobre la línea temporal humana:


Descubrimos que al aprender el Heptápodo B, Banks comienza a experimentar por inercia la constante temporal Heptápoda. Constantemente se nos presenta esta idea que siempre había pasado desapercibida y es en este punto que cobra sentido. 

Los heptápodos, como se sospechaba, experimentan el tiempo de forma diferente a nosotros; en lugar de ser una línea temporal con principio y final (como la humana), su linea de tiempo se define más como un circulo. Los flashback que hemos visto de la Dra. Banks no son flashback, sino que, si su línea de nacimiento y muerte se han unido, podemos decir que está recordando el futuro, es decir, son algo así como un flashforward. La percepción del tiempo del heptápodo, funciona de la siguiente manera:


Esto explica el por qué de su lenguaje sin tiempo verbal, su escritura tan rápida, y su presumible comprensión rápida de la información entre los de su especie. Si el tiempo les pasa de forma cíclica, (como se veía en la imagen anterior) un Heptápodo que emite un mensaje no necesita un tiempo verbal: en cierto modo, el pasado es el futuro también; y de igual modo, escriben rápido porque recuerdan lo que tienen que escribir, y el receptor de su especie adquiere la información de golpe porque recuerda que es lo que su emisor va a escribir. 

La Dra. Banks experimenta y comprende lo que ocurre. Sin previo aviso, las naves heptápodas se marchan. 

Realmente, todo estuvo bastante claro desde el principio. Como bien se comunicaban, la única intención de los heptápodos era la de que enseñáramos nuestra arma para que nos mostraran la suya. Para un Heptápodo, el arma más poderosa que una civilización puede tener es el lenguaje. Y no andan desencaminados, ya que en la obra, su uso (o su no uso) ha generado un caos en la civilización, tales como desconfianza entre los ejércitos, que a su vez generó desconfianza en sus propios lingüistas y en la población civil; pero el lenguaje también unió a dos civilizaciones imposibles de unir.

En el libro y en la película, la doctora Banks esboza, con su nueva facultad de revivir lo que no ha ocurrido aun, que la visita heptápoda viene dada a que muchos años después el ser humano les ayudará en una desgracia venidera y, para poder ser de utilidad, el ser humano debía de conocer su lenguaje, con todas sus consecuencias.

El agujero más claro que se presenta en la obra es que, si Banks puede recordar el futuro ¿Por qué no cambiarlo cuando ocurra? Se plantea la idea de que, ya que la Dra. Banks sabe que su hija va a morir, puede no tenerla y así evitar sufrimiento, pero elige abrazar esas experiencias a pesar de ello, ya que la vida y sus experiencias, son valiosas pase lo que pase, y como en el lenguaje, todo es más rico cuanto menos lo limitas.


En conclusión, aquí, los alienígenas son lo de menos. Su moraleja gira en cuan importante es la comunicación efectiva sea cual sea la circunstancia y que, a pesar del dolor, la experiencia que ofrece la vida es la mayor riqueza que podemos atesorar: Cuanto más experimentemos y aceptemos los golpes con resiliencia y, sobre todo, más nos los contemos, más ricos seremos.

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